Quien
imaginaría que ir a un banco en un día como hoy iba a ser algo demasiado
interesante y hasta cierto nivel reconfortante. Estaba haciendo fila para pagar
las deudas que se comen el poco dinero que me quedan en los bolsillos, el banco
estaba pasando un video de “Parkour” que es un tipo de arte acrobático, y así fácilmente
perdí necesariamente 2 horas de mi vida en una fila que hubiera querido que
siguiera; estaba próximo a tomar mi turno para pasar con la señorita que iba a
atenderme…
En
eso me indica con un gesto que afortunadamente me correspondía ir con ella,
pero lo que más llama mi atención no fue su bonita apariencia o su sensual tono
de voz, sino el pin que llevaba puesto en el lado izquierdo de su suéter; sin
olvidar que estaba oyendo cierta canción que hace mucho no escuchaba y que me sorprendía
el hecho que estuvieran pasándola en una estación de radio de mi ciudad, además
en mi mente me daba gusto oírla cantando esa canción mientras engrapaba e imprimía
mi comprobante de pago; pues hallar a alguien que conozca a ese grupo y más en
un lugar tan formal como un banco era seguramente señal de que estaba soñando o
que seguramente pude estar momentáneamente en una dimensión desconocida.
Señorita
B.: ¿Caballero puedo ayudarle en algo más?
Yo:
Si, perdone que le pregunte esto pero… ¿Qué radio escucha?
Señorita
B.: No es ninguna radio, es mi reproductor de música el que estoy oyendo -mientras
ella sonreía discretamente-.
Yo:
Me gusta mucho la canción que oye.
Señorita
B.: Gracias, por cierto es por eso que llevo este pin -señalando el que llevaba
en su lado izquierdo-.
Y
desde ese momento supe que posiblemente estaba soñando…
P. D.: Creo que esto fue un buen final para terminar este año. :')
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