En días como estos suelo mentir…
Me asusta la capacidad casi natural con la que me es fácil reservar mis
palabras, sentimientos y uno que otro cuento que se convierte en un borrador
más, que quizá algún día vea la luz o solo se duerma para siempre en mi librera
del olvido.
Voy a arriesgarme en este
día siendo casi las 2 de la mañana a crecer entre sueños y pesadillas; cosa que
a menudo sustituyo por infames Sueños Lucidos que un día aprendí a controlar por
mi cuenta, aunque a pesar de disfrutarlos me pregunto si quien me lo enseño en
realidad quería darme un regalo o solamente ¿Regalarme un castigo que me
atormentara el resto de mis días?
Y es que ayer en la noche
todavía me preguntaba ¿Será que solo he aprendido a mentir y mejor?
Ya que nadie se ha tomado
la molestia entonces de responderme comenzare
a crear una lista de analogías sumada a la lista de cosas que tengo que
olvidar, junto con el protocolo social que he desechado desde hace mucho en el
bote de basura y así se lleven para siempre mis miedos que se revuelcan en esa
basura que desde hace mucho debí sacar… ¡Oh por favor!
“La vida no es esta, no es
ese sueño que
conocí de pequeño”
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