De cuando estaba en primaria, mis padres recibieron
una llamada; alarmados por lo que había “hecho” en el colegio…
Haber cumplido la tarea a cabalidad que nos habían encomendado
hacer y que por supuesto mis ganas de hacer algo bonito y con un poco más de “plus”
para intentar sobrepasar expectativas, terminó siendo el motivo de preocupación
de mi coordinadora. Les cuento que me creían con un tipo de “problema” por
haber escrito un cuento no apto para mi edad, con demasiado pesar me hace
recordar la recomendación a mis padres por parte de mi encargada, el hecho que
tenía que ver a alguien que tratara problemas mentales… Es decir un psicólogo;
pues mi comportamiento me hacía ver a alguien con un serio problema de
adaptación.
Que decir… Desde entonces me dedique a cortarle alas
a mi originalidad y que todo sea a cabalidad sin más ni menos. Creo que lo restante
de esos años, me convenció a mí también que estaba muy equivocado. Mis maestras
felices y yo reprimido siendo el presidente de un mundo paralelo dentro de mi
desquiciada mente… Causaron un daño colateral en mí.
Unos cuantos años después dando una vuelta por la
Hemeroteca Nacional (me gustan revisar periódicos de antaño :)) encontré sorpresivamente
sentada en mi cubículo más próximo a mi maestra de literatura… Casi en un
impulso violento pero más que eso sarcástico, me abalancé preguntándole: ¿Qué dice
señorita L.? Y le entregue un pedazo de hoja con una anotación y un dibujo
macabro (la descripción me la reservaré) que decía; “Soy el niño del problema mental.”
Y antes de que se diera cuenta iba bajando las
gradas; pensando si ella cree que un inadaptado sea capaz de encontrarla en una
hemeroteca para posiblemente vengarse de ella…
P.D.: Breve para el Olvido... (Un cuento escrito por un niño, no apto para su edad) :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario