Una
moneda perdida en la calle,
Es
atrapada por la laguna formada,
De
lluvia de la noche anterior.
Tú
la atrapas y juegas con ella
Tiras
a cara y juegas pensando en escudo.
Ves
una tienda y viene a ti un antojo:
Un
caramelo de cereza o un bombón de fresa,
Pagas
y con esa moneda tienes felicidad fugaz
Ahora
dime: ¿Qué harás cuando tengas ganas de más?
¿Encontraras
otra moneda y la usaras igual?
Querida,
así has usado el amor que te profese…
Quede
tirado en medio de lágrimas de tristeza
En
medio de la calle de noche y luna llena,
Con
la maldita rabia de haber pensado,
En
que caí en tu atroz engaño.
No
seré yo de ahora en adelante,
Ni
serás tú quien maneje el azar de un juego banal,
Serán
ahora los destinos de más calles y monedas,
Serán
las risas rotas y las caricias que se quedan,
En
una compra de una alegría que seguirá pasajera.
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