Pues es eso, hace unos días vi que una amiga del grupo
que estaba haciendo un par de curvas aquí, rayones allá, gotas y demás líneas inescrupulosamente
alineadas para formar algo que me recordó mi infancia… La Sirenita.
No estoy hablando precisamente de la película de Disney si
a eso piensan que yo me remonto; sino a algo más viejo aun; al cuento original,
ese que escribió Hans Andersen y que hasta el día de hoy me hace pensar de una
forma un poco original acerca de porque llueve, ya que dejando a un lado la
explicación científica del clima; me hace pensar en lo que Andersen escribía:
Quizá por culpa de él me gusta
demasiado lo que tenga que ver a mi realidad y la extraña coincidencia del
número 3 en mi vida… Pero eso es tema de otro día.
Lo que quería en verdad
escribir es que cada vez que llueve muy posiblemente la Sirenita en su nube
este llorando y de lo tan buena que es no ha querido unirse aun a la felicidad
de ser un alma inmortal, porque su bondad emerge más allá del profundo amor que
le pudo profesar a su Príncipe… Porque seguramente ella aun divisa entre los
miles de mortales, a aquel a quien siempre amó.
Sirenita, quizá tú seas un
cuento de hadas o una historia inventada pero yo a veces puede que divise también el
reflejo de tu corazón puro en aquella alma que conozco.
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