Camino a tierras lejanas muy lejanas…
Y oigo en esas profundidades inmensas el sonido de una
canción
Son golpes que mágicamente se convierten en una nota
sagrada
Se viene es un concierto magnifico… Las gotas de lluvia
Preludio de una canción triste quizá o posible alegría
también
No importando el frio me abraza y me lleva
La Mujer blanca que seduce tocando mi piel
Me toma de la mano y me da su abrazo
Se acerca a mi cara y susurra unas palabras
“Bailemos hasta que no me oigas más”
No sé qué pensar… Y bailamos sin parar
A un compás de cuatro cuartos un vals de azar
Cada paso me rompía más el corazón
Pero no quise llorar…
Cada paso me hacía querer reír
Pero no lo hice…
Ella y yo seguimos bailando
Hasta que en un instante desapareció…
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