Aún no me he embriagado
(literalmente hablando) en mi vida hasta el punto de perder la conciencia,
tampoco quisiera hacerlo, nunca se sabe que puedes hacer o que saldrá mal. Pero
tengo ganas de embriagarme… ¡Si eso haré!
Embriagaré mi Alma
para que confiese hasta el último sentimiento…
P. D.: ¡Terminó esta semana! Y mataré a mis demonios internos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario