Estación que vive felizmente
triste. Son los surcos del ayer que dejamos mezclados de agua y escarcha fría. Así
es el Invierno que se queda como esperándonos a la deriva, en lo profundo de
nuestras almas.
El placer de tus miradas, las
ganas de tus palabras, todo eso… ¡Al final de todo Ya No Existen! ¿Qué fue de
aquella felicidad primera? No queda ya nada. Ni siquiera Tú, ni el olor de
aquel perfume de tu cabello. Te has muerto para mí, no así el tormento de tu
recuerdo, en el cual vivo feliz pero con el cual rompo el silencio… ¿A dónde te
has ido?
Ni tú ni yo estamos juntos. Te
has ido para siempre. La aventura nuestra duro lo suficiente para extrañarte.
Solo el frio que me llega hasta los huesos, el desorden que a mi alma dejaste,
fuiste vil o yo fui quien fue el mortal incapaz de amarte. Por ahora el Telón
se cierra y se vuelve todo obscuro, el próximo acto es incierto… Si habrá pero de algo estoy seguro que si nos darán,
las entradas que compramos pero sin el reembolso de las emociones que hubieron
de más.
Lluvia cae y no para robarme lágrimas,
sino para acompañarme. Pues su murmullo fresco solo me reconforta cuando ahora no
te tengo. La inquilina más fiel anuncia ya su llegada… Soledad has venido a mi
casa, siéntate y acompáñame de nuevo en mis mañanas.
Invierno hemos acabado, te
llevaste lo que yo más anhelaba, Cruel destino de aquellos que no buscan el
Alba. El blanco y negro el luto de tus colores en cada mañana. Porque eres la
noche vestida de día, la que roba las almas de aquellos que se acostumbran a
las historias vanas. Invierno… ¡Vete!... ¡Y regrésame a quien amaba!
Invierno
La estación que usa un manto gris
Para cubrirse de vergüenza este triste matiz
Una última gota… que detiene sin sufrir
Añoranza de una flor que se marchita
Del albor de días que hipnotizan
Sera posible recordar tus manías, vida
Son dos seres que no se conocen
Son completos extraños que fueron voraces
Se comieron el Amor sin necesidad de ya amarse
Ahora una triste velada es tan templada
No hay más que tontas danzas
De quisquillosa risa que fue en un tiempo amigas
¡Y comienza a llover!
Y los cielos de un completo luto
Su aliento ya es algo corrupto
Una Canción que solo silencio produce
Sus matices y voces no son más que cruces
Que marcan el epitafio de un engaño de luces
Sobre mis pies ya solo hielo
Sobre mis labios solo quedo el muérdago
Pero sobre este Corazón… ¡Se obscurece más el Cielo!
Y camina descalzo a rabietas
Me tomo las ganas y las guardo en la hiedra
Pues solo así una banca ya vieja y peligrosa queda
NI con tu manto Blanco
Invierno puedes aceptarlo
Pues escondes ahí tú mortal engaño
Reza toda la naturaleza conmocionada
Viva o muerta lo que de ella quedaba
Una rosa marchita me roba la mirada
Incrédulas las hadas de la sinfonía helada
Fueron las que un día nos cantaban
Amanecer de placeres al abismo paraba
Ahora déjame envolverte en hojas secas de antaño
Amor de Estaciones, que fuiste un encanto
Querida mía y así te iras para siempre… ¡Mi Vida Mía!
Autor:
Marco León
P. D.: Invierno inspiración de un abismo...
Un silencio eterno...
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